miércoles, 29 de junio de 2016

Conflicto mapuche

“Cuando las comunidades mapuche plantean: ‘esas tierras son nuestras, esas tierras nunca las vendimos’, es verdad. Esas tierras fueron usurpadas legalmente, mas no legítimamente por el Estado chileno. Y hay una continuidad tanto de la usurpación como de la represión (…) Estamos hablando de cuatro generaciones de represión, de usurpación y de muerte de las cuales el Estado chileno no se quiere hacer cargo”.


El historiador e investigador del Observatorio de los Derechos Indígenas, Martín Correa, sabe bien el por qué de la violencia en La Araucanía. Gran parte de su carrera la ha dedicado al estudio de un conflicto que ha estado vigente prácticamente desde siempre y que no se entiende sin que se tomen en cuenta sus fuertes raíces históricas. La colonización, la supuesta pacificación, la usurpación de tierras; todas etapas que según Correa han estado marcadas por sangre y balas.

Así también sirve para comprender los hechos que le siguieron: intensificación de allanamientos en comunidades mapuche, aumento en dotación policial, reunión de la ANI con Fuerzas Armadas para desarrollar una estrategia conjunta de intervención “antiterrorista”, el posible decreto de un estado de excepción… En otras palabras, una vez más la misma política que se ha aplicado durante décadas para intentar apaciguar el conflicto como siempre se ha hecho, con sangre y balas.

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